Muchas veces habremos oído hablar de las tarifas indexadas de luz, este tipo de tarifa tiene el precio variable en base a una cotización diaria del mercado eléctrico.
Lo que se traduce en que cada mes pagaremos diferente importe por la energía que hayamos consumido durante el periodo de esa factura.
Esto puede llevarnos a la confusión o incluso al miedo a no querer contratar una tarifa inestable. Pero hay que recordar que este tipo de tarifas casi siempre son más económicas que las fijas.
Por qué es más barata una tarifa de luz indexada
Las empresas que comercializan energía, asumen unos riesgos al fijar un precio de venta que le van a cobrar a sus clientes en la factura de luz.
Este riesgo deben cubrirlo con un precio por encima de lo que ellos piensan que va a salir e incluir ahí los beneficios que quieren obtener por el suministro de luz.
Por lo tanto si las empresas comercializadoras de luz son listas, que lo son, el precio fijo siempre será superior al precio indexado. Por lo que si somos un cliente siempre nos convendrá un precio indexado.
Cuando es mejor contratar una tarifa indexada de luz
Uno de los factores que afecta al precio de la energía es la temperatura y el tiempo en general. Si hace más frío o más calor se consume más energía y por lo tanto sube el precio.
Por lo tanto el precio de la energía es muy diferente según el mes en que nos encontremos y las compañías suben y bajan sus tarifas según el precio que haya en ese momento o de la cotización de los futuros.
Un buen momento para contratar una tarifa indexada de luz, contrariamente a lo que se puede pensar, es cuando los precios de la energía estén más caros.
Y al contrario si queremos contratar una tarifa fija, esperarnos a que los precios estén más bajos y entonces buscar una comercializadora para precios fijos.